Abres tu factura de la luz y te encuentras con un mar de conceptos, números y siglas que parecen diseñados para confundir. ¿Te suena familiar? No eres el único. La factura eléctrica es uno de esos documentos que todos recibimos pero que pocos comprenden realmente.
Y somos conscientes que si no entiendes lo que estás pagando, te resultará más difícil optimizarlo.
La buena noticia es que desentrañar tu factura de la luz no es imposible y tampoco requiere que seas experto en energía. Solo necesitas saber qué buscar y dónde mirar. Vamos a convertir ese documento críptico en algo que realmente trabajé para ti, no contra ti.
Qué es la factura de la luz y qué partes tiene
Tu factura de la luz es, principalmente, el resumen de cuánta energía has consumido y cuánto te cuesta mantener la conexión a la red eléctrica. Pero, hay más. Dentro hay información clave sobre tu tipo de contrato, tu empresa distribuidora, tu punto de suministro y, lo más importante, dónde se va cada euro que pagas.
Una factura típica se divide en varios bloques:
Datos del titular y del contrato: tu nombre, dirección, número de factura, CUPS (el DNI de tu punto de suministro) y el tipo de contrato que tienes.
Detalle de consumo: cuántos kilovatios has consumido durante el periodo de facturación y en qué franjas horarias (si estás en tarifa con discriminación horaria).
Costes fijos y variables: lo que pagas por tener luz disponible (potencia contratada) y lo que pagas por consumirla (energía consumida).
Peajes, cargos e impuestos: la parte regulada que financia el sistema eléctrico y las tasas del Estado.
Importe total: la suma de todo lo anterior, lo que realmente vas a pagar.
En algunos de estos bloques se esconden oportunidades de ahorro. Vamos a ayudarte a identificarlas.
Cómo leer tu factura de la luz concepto a concepto
Vamos a desglosar tu factura línea por línea, sin tecnicismos innecesarios. No gusta pensar que el saber es poder, y en este caso, es también ahorrar.
Término fijo (potencia contratada)
Este es el peaje de entrada. Pagas por tener electricidad disponible las 24 horas, la uses o no. Es como la cuota del gimnasio: la pagas aunque vayas una vez al mes o todos los días.
La potencia contratada se mide en kilovatios (kW) y determina cuántos aparatos puedes enchufar simultáneamente sin que salten los plomos. Sí sí, de ahí viene. Y si te pasa a menudo es que necesitas una potencia más alta.
Al contrario, si tienes contratados 5.5 kW pero solo usas 3 kW de media, estás pagando de más cada mes.
Prueba práctica: enciende uno por uno los electrodomésticos grandes que más probablemente utilices simultáneamente (aire acondicionado, lavadora, horno, lavavajillas). Si no se produce ningún corte de electricidad, es posible que la potencia contratada sea demasiado alta.
Término de energía (consumo kWh)
Aquí pagas por lo que realmente consumes. Cada kilovatio hora (kWh) tiene un precio que varía según:
- Si estás en mercado libre (precio fijo, variable o indexado)
- Si estás en mercado regulado o PVPC (precio voluntario del pequeño consumidor, que cambia cada 15 minutos según el mercado mayorista)
En las tarifas 2.0TD (las más comunes en hogares), el consumo se divide en tres periodos:
- Periodo punta: las horas más caras (generalmente de 10h a 14h y de 18h a 22h en invierno)
- Periodo llano: precio intermedio
- Periodo valle: las más baratas (madrugada y fines de semana)
Peajes y cargos del sistema
Es posible que sea la primera vez que oigas hablar de esta parte. Los peajes cubren los costes de transporte y distribución. Es decir, lo que cuesta llevar la electricidad desde las centrales hasta tu enchufe. Los cargos financian cosas como las renovables, el bono social y otros costes del sistema eléctrico.
Ambos están regulados por el Gobierno, así que no puedes negociarlos.
Alquiler de contador y servicios extra
No, tu contador eléctrico no es tuyo, lo alquilas. Suele costar entre 0,80€ y 1,50€ al mes. Algunas comercializadoras también cobran un servicio de mantenimiento o gestión. Revisa esto porque, a veces, son servicios que puedes cancelar sin problema.
Impuestos y tasas
Dos principalmente:
- Impuesto sobre la electricidad: 5,11% sobre casi toda la factura
- IVA: 21% sobre el total (10% si tienes bono social o en algunos casos especiales)
Estos no los controlas, pero saber que están ahí te ayuda a entender por qué el importe total siempre es mayor de lo que esperabas.
En tiempos de crisis energética, como en 2022 tras el anuncio de la guerra en Ucrania, el Gobierno puede decidir reducir estos impuestos para proteger a los consumidores frente al disparo de los precios.
Descuentos, bono social y ajustes (si aplica)
Si cumples ciertos requisitos (renta baja, familia numerosa, pensionista), puedes acceder al bono social, que te aplica un descuento de entre el 25% y el 40% sobre el término de energía.
En esta parte de la factura pueden aparecer también algunos ajustes por lecturas estimadas o consumos regularizados.
Usa el QR de tu factura para comparar
Desde hace unos años, toda la información de tu factura está también en un código QR. Escaneándolo con el móvil, accedes a todos tus datos de consumo, tipo de tarifa y costes en formato digital.
¿Para qué sirve esto? Para comparar ofertas sin tener que introducir manualmente todos tus datos. En Camby, por ejemplo, puedes subir tu factura directamente y recibir la mejor oferta personalizada en segundos. Es totalmente gratis.
Ejemplo práctico explicado línea a línea
Imaginemos la factura de Laura, que vive sola en un piso de 60m² en Madrid:
Periodo de facturación: 28/10/2025 – 27/11/2025 (30 días)
Potencia contratada: 4,6 kW → 12,35€
Consumo energía:
- Punta: 45 kWh × 0,18€ = 8,10€
- Llano: 62 kWh × 0,12€ = 7,44€
- Valle: 38 kWh × 0,08€ = 3,04€
- Total consumo: 145 kWh → 18,58€
Peajes y cargos: 8,92€
Alquiler del contador: 1,20€
Subtotal: 41,05€
El subtotal de su factura se eleva a 41,05€. Sin embargo, hace falta sumarle los impuestos.
Impuesto electricidad (5,11%): 2,10€
Base imponible: 43,15€
IVA (21%): 9,06€
Importe total: 52,21€
Laura paga 52€ al mes, pero solo 18€ son por energía real. El resto son costes fijos e impuestos. Si ajustara su potencia a 3,45 kW (suficiente para su consumo real) y moviera más consumo a valle, podría ahorrar entre 8-12€ mensuales. Unos 100-140€ al año sin cambiar sus hábitos, solo optimizando.
¿Estoy en la tarifa adecuada? Señales para cambiar
Tu tarifa puede ser perfecta… o estar muy lejos de serlo. Aquí van las señales de alarma:
1. Nunca te salta el diferencial: Puede que tengas demasiada potencia contratada.
2. Estás en PVPC o tarifa indexada y trabajas desde casa: Necesitas una tarifa plana que no penalice el consumo diurno.
4. Tu precio del kWh es superior a 0,16€: Hay ofertas mejores en el mercado libre.
5. No sabes si estás en mercado libre o regulado: Es muy probable que tu tarifa no esté ajustada a tus necesidades.
Si te sientes identificado con dos o más señales, es hora activar el cambio. Sube tu factura a Camby y te damos la mejor oferta para ti. Sin sorpresas, sin costes ocultos. Solo transparencia y ahorro real.
Ahorro práctico sin tecnicismos
Te prometemos que no necesitas un doctorado para pagar menos luz. Aquí van acciones concretas que funcionan:
Ajusta tu potencia: La mayoría de hogares pueden reducir 1 kW sin problema. Consúltalo con un profesional. Ahorro estimado: 4-6€/mes.
Concéntrate en valle: Sin alterar tu rutina diaria, simplemente intenta programar algunos electrodomésticos, como la lavadora o el lavavajillas, durante las horas más baratas. Ahorro estimado: 10-15€/mes.
Revisa tu comercializadora anualmente: El mercado cambia. Lo que era buena oferta hace un año, hoy puede ser mediocre.
En Camby te lo ponemos fácil. Descarga nuestra aplicación y sube tu factura para ver en tiempo real qué tarifa del mercado te conviene más y cuánto podrías ahorrar. Si deseas cambiar, nosotros nos encargamos de todos los trámites. Y todo ello sin ningún coste.
Elimina servicios extra innecesarios: Ese «servicio de mantenimiento premium» por 3€/mes probablemente no lo necesites. Lee la letra pequeña de tu contrato.
Desmonta el standby invisible: Los aparatos en modo espera consumen. Un euro aquí, dos allá… al año son 50-80€.
Fraudes y errores frecuentes
Tu factura puede tener errores. No es conspiranoico decirlo, es estadística. Los más comunes son:
Lecturas estimadas infladas: Si tu distribuidora no lee el contador físicamente, estima. Y a veces, estima al alza. En nuestra app puedes conectar tu contador y ver tu consumo real.
Cobro de servicios no contratados: Revisa cada concepto. Si aparece algo que no reconoces, reclama.
Cambio de condiciones del contrato: A veces las compañías añaden servicios extras y cobran más por ello sin que hayas dado tu consentimiento explícito. Revisa los correo de tu compañía y las condiciones de tu contrato.
Doble facturación: Suele ocurrir sobre todo al cambiar de comercializadora, puede haber solapamientos.
¿Qué hacer si detectas un error? Contacta primero con tu comercializadora. Si no responden o no solucionan, acude a las oficinas de atención al consumidor de tu comunidad autónoma. Tienes derecho a reclamar y a que te devuelvan lo cobrado de más.
Preguntas frecuentes sobre la factura de la luz
En la primera página de tu factura, generalmente en el apartado «Datos del contrato» o «Tipo de contrato». Si pone «PVPC» o «Tarifa de Último Recurso«, estás en mercado regulado. Si indica un precio fijo por kWh o el nombre de una oferta comercial («Tarifa Estable», «Precio Fijo 12 meses»), estás en mercado libre.
El CUPS (Código Universal del Punto de Suministro) es el identificador único de tu punto de luz. Es como el DNI de tu contador. Lo necesitas para dar de alta, cambiar de compañía o reclamar. Tiene 20-22 caracteres y empieza por «ES». Aparece en toda la información de tu contrato.
Los peajes pagan el transporte y distribución de la electricidad (los cables, las torres, el mantenimiento de la red). Van para la empresa distribuidora. Los cargos van al Estado para financiar políticas energéticas: renovables, bono social, compensaciones a territorios no peninsulares. Ambos están regulados por ley y son iguales para todos, independientemente de tu comercializadora.
En PVPC, el precio cambia cada hora según el coste real de producir electricidad en ese momento. Cuando hay mucho sol y viento, baja. Cuando todo el mundo enciende el horno a la vez, sube. Es más volátil pero puede ser más barato si ajustas tus hábitos.
En mercado libre, las comercializadores fijan sus propios precios y condiciones. Puedes encontrar tarifa con un precio fijo, es decir que pagas lo mismo cada hora, o tarifas con costes variables.
Entre ellas, las tarifas indexadas funcionan de la misma manera que el PVPC, pero con un coste adicional que representa el margen de la compañía. También hay otras tarifas con discriminación horaria, pero cuyos precios no dependen del mercado mayorista, sino que son fijados por la propia compañía.
La factura suele ser mensual o bimensual, dependiendo de tu comercializadora y tipo de contador. Si detectas un error, tienes derecho a reclamar dentro de los 12 meses siguientes a la fecha de emisión. Primero contacta con tu comercializadora por escrito (email, formulario web). Si no responden en un mes, eleva la reclamación a las oficinas de consumo autonómicas o al Ministerio.
El contador no es tuyo ni de tu comercializadora, pertenece a la distribuidora de tu zona. Lo alquilas obligatoriamente y pagas por ello cada mes. Este coste cubre el mantenimiento, la lectura y la reposición si falla.
Sabemos que entender tu factura de electricidad es complicado y lleva tiempo. Pero saber cómo funciona te permite optimizarla.
En Camby queremos que pagues solo lo que necesitas y que no tengas que preocuparte más por ello. Por eso hemos diseñado una plataforma que se encarga de todo por ti. Sin letra pequeña. Sin prácticas engañosas. Simplemente detectamos la mejor tarifa del mercado para ti y gestionamos el cambio. Así de sencillo.
El cambio radica en pagar lo justo. Y ahora ya sabes como hacerlo.
